Este texto describe el quinto relato de la colección Valle del Viento y se enfoca en un viaje introspectivo hacia la comprensión más profunda de la vida y la conciencia. El narrador, tras alcanzar madurez y paz interior, se da cuenta de que muchas de las preocupaciones mundanas y ambiciones son solo ilusiones. La historia plantea que la verdadera sabiduría y entendimiento provienen de una reflexión profunda, y que todo lo que percibimos es un reflejo de nuestro estado interior. El título hace alusión a la revelación de que la vida misma puede ser vista como un sueño.
Este relato continúa la exploración de la conexión entre el desarrollo exterior y el crecimiento interior en el camino de la vida.

En este quinto relato de la colección, la mirada se orienta más allá. Y a pesar de que un más allá siempre está en relación con un más acá y con la realidad que vivimos, puede verse que luego de la maduración y la tranquilidad de vida, el espacio que genera el estar en paz consigo mismo va dejando de lado muchos deseos o ambiciones efímeras para pasar a centrarse en las cosas más esenciales. Se comprende que el camino de vida es guiado y que el abandono necesario para cumplir la misión en la vida surge luego de haber obtenido cierta sabiduría basada en la experiencia. Y también, de haber comprobado que gran parte del motor de la vida de muchos es solo una ilusión.  Como lo dice le título, el narrador se  percata de que todo lo que en realidad vemos, no está realmente sino solo como un reflejo interior del estado en que el vivimos.  Se percata de que todo se trata solo de un sueño.