En el libro se explora la influencia del sistema interamericano en la formulación de políticas públicas que respeten los derechos humanos. Se analizan informes temáticos de la CIDH que ofrecen directrices y recomendaciones a los Estados para abordar problemas continentales, como la corrupción y la protección de defensores de derechos humanos. La obra también discute la importancia del principio de self-restraint en la interpretación legal. En conjunto, el texto busca fomentar un enfoque de derechos humanos en la creación y redirección de políticas públicas en la región.