El Modelo de desarrollo andino se encuentra en estado de expansión, pero no solamente porque tenga la virtud de generar una mejor CALIDAD DE RIQUEZA y bienestar que el modelo occidental-capitalista (que solo busca CANTIDAD DE RIQUEZA), sino porque le da a la vida, al trabajo y a la convivencia, un nuevo sentido más armónico y bello. Es un modelo que no produce las deformidades del Capitalismo, y es un paso trascendente que la humanidad podría dar en su devenir por el mundo. Mediante este el hombre se amista con la naturaleza y empieza a verla como su aliada, como su hermana en la vida. Apunta a un solo objetivo: la armonía como finalidad última.