Este libro expone las razones por las cuales el autor cree que la civilización andina, a la cual propone llamar Andinia, no ha desaparecido, sino que sigue viva bajo formas que el pensamiento oficial no consigue entender debido a que su visión es netamente occidental. Esas formas: la religión, la organización laboral, la familia extensa y las manifestaciones culturales, han mantenido hasta hoy, y de distintas maneras, la continuidad de la sociedad andina, faltándole únicamente implantar su estructura política en el Estado ?el cual hasta el momento es posesión exclusiva de los dominadores europeos y de sus descendientes? pero que ahora empieza a exigirse se reintegre a los sectores mayoritarios de esta región del continente.