Chile vivió, entre 2020 y 2021, una de las mayores crisis de su historia reciente. Tras el estallido social -que desestabilizó al país en todas sus áreas-, llegó la pandemia que lo mantuvo más de 500 días bajo un Estado de Catástrofe. Se restringió la movilidad de las personas -a través de cuarentenas, cordones sanitarios y toques de queda- y se detuvo completamente la actividad económica nacional. En este contexto, Lucas Palacios a cargo del Ministerio de Economía, fue observador privilegiado -formó parte de la llamada Mesa Covid- y actor relevante en diversas decisiones que impactaron a millones de personas. Su labor tuvo un sello diferenciador, trabajando con empresas y gremios de todos los tamaños, dado que el virus no daba tregua en ningún rincón del país. Y en ese escenario la economía debía ser más humana que nunca.