Le tocó, como a todos los hombres, vivir tiempos difíciles". La conocida frase de Jorge Luis Borges parece salir al cruce de las apreciaciones sobre lo supuestamente "inédito" de la crisis contemporánea. Dentro de los cambios "vertiginosos" que se suelen argumentar se encuentra el peculiar tratamiento de los cuerpos, y en particular la proliferación del tatuaje. Hilda Catz aborda el problema en su verdadera complejidad, demostrando el núcleo estructural que subyace a este novedoso hábito. Para ello la autora realiza un ordenado trabajo, que se inicia postulando la originalidad de su enfoque, despliega luego el estado del arte en la materia, para formular finalmente un marco teórico riguroso de abordaje. Su investigación -centrada en entrevistas, casos clínicos y narrativa cinematográfica- ofrece una galería rica en matices para sustentar el justo punto en la tensión entre lo que permanece y lo que cambia en materia de un cuerpo que habla a través de sus marcas