"Cuando es amenazada la supervivencia nos encontramos en todas las edades con la necesidad de apego y la búsqueda de protección, que como analistas tenemos que tener presente y a la cual podemos contribuir con una perspectiva abierta y creativa sosteniendo aun y con más urgencia un contenido que nos desborda en el medio de la tormenta.
Mirada a la cual puede aportar mucho el psicoanalista con su presencia, aunque sea virtual, para comunicar tranquilidad y esperanza en el medio del "terremoto global" en el que estamos tratando de sobrevivir.
Poder superar nostalgias y añoranzas del pasado y del presente que impiden que lo obvio de la pandemia nos implique en una ineludible relación de dolor que nos permita ir modificando la angustia en lugar de evitarla mediante la estupidez y la desmentida.
Es una crisis de la humanidad, de lo imprevisible, de una realidad distópica que nos atañe a todos y que nos enfrenta a lo desconocido y su fuerza imprevisible. Propuesta que no se puede sostener desde la individualidad, sino por el contrario desde la posibilidad de armar redes de comunicación para sostener el contacto afectivo y el intercambio profesional entre los distintos grupos de trabajo. Estos últimos actúan a la manera de una trama sostenedora que puede habilitar la posibilidad de proclamar la esperanza en la fuerza de los vínculos para instaurar la subjetividad de lo que todavía consideramos humanidad".
Dra. Hilda Catz PhD