Aquiles Chilliheuque, nativo del sur de Chile, muchacho astuto pero sin educación, trabaja duramente como estibador en el puerto de Antofagasta, a la vez que ejerce como monaguillo en un bien extraño y misterioso templo. Aquiles cae fácilmente bajo el encanto de los sermones del Santo Varón, un sacerdote extravagante y pícaro, el cual tiene una controvertida forma de predicar los Evangelios. En él, Aquiles encuentra la figura de un amigo al mismo tiempo que un guía espiritual. En uno de los oficios, Aquiles conoce a Fhí Fhí Fhú, una hermosa y dulce muchacha de origen chino, cuyos padres emigraron a Chile pensando poder escapar de una terrible tragedia ocurrida años tras en China. Los dos jóvenes se enamoran perdidamente, pero antes de poder vivir plenamente su amor, tendrán que combatir un sinfín de obstáculos, peripecias y desventuras rocambolescas y absurdas.