Según un conocido aserto, "clásico" es aquel libro que cada generación de lectores hace suyo, mediante un proceso de reactualización, misterioso a veces. Esa capacidad para renovarse es uno de los méritos de Cecilia Valdés o la Loma del Ángel, la célebre historia de la mestiza que parece blanca. Crónica de época, alegato en contra de la esclavitud, relación de costumbres -como admite el propio autor-, el texto de más abolengo de todo el siglo XIX cubano, sigue siendo el clásico por excelencia, el que fusiona argumento y lenguaje, sentido nacional y tono que ahora llamaríamos sociológico. Cirilo Villaverde atinó con un monolito que rebasa, inclusive, sus propias ideas acerca de algunos temas caros a su época. Hasta cuando pudiera parecer que se ase a ciertos lugares comunes -en el sentido histórico o en el lexical- su novela irradia originalidad y engendra prototipos que violentan los límites librescos y se vuelven leyenda.