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Antoine de Saint-Exupéry nació el 29 de junio de 1900, en Lyon, Francia. En 1921, después de estudiar Arquitectura en la École des Beaux-Arts de París, fue requerido para cumplir con su servicio militar, por lo que fue enviado a Estrasburgo, donde sirvió al 34° Regimiento de Aviación de la Fuerza Aérea. Fue entonces que aprendió a pilotear y decidió su profesión.
Durante toda su vida viajó por el mundo, ya fuera en la Fuerza Aérea, como piloto de lo que después sería la Aéropostale, una compañía francesa de correo aéreo, o como parte de la inteligencia militar de Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. Era un piloto enamorado de su profesión que también amaba escribir. De hecho, una vocación determinó la otra, pues en toda su obra está presente la imagen del aviador y en su vida como piloto mantuvo las ideas que le obsesionaron como escritor.
Escribió ocho obras: El aviador (1926), Correo del sur (1929), Vuelo nocturno (1931), Tierra de hombres (1939) -la que más valoró-, Piloto de guerra (1942), Carta a un rehén (1943), Ciudadela, que dejó inconclusa, pero que fue publicada de manera póstuma en 1948, y, por supuesto, El Principito (1943).
El 31 de julio de 1944, Saint-Exupéry salió en su FS a un vuelo de reconocimiento, entre Córcega y Marsella, del que nunca más volvió. No fue sino hasta 1998 que un pescador encontró, frente a las costas de Marsella, su brazalete, y cinco años después, en 2003, se hallaron los restos del fuselaje de su avión.
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