Encuadernación: Rústica.
Colección: Mínima Trotta.
¿Qué lugar le corresponde a la historia dentro de los estudios constitucionales? ¿Puede la referencia histórica ser algo más que un añadido o una simple demostración erudita entre los analistas de las constituciones? ¿Le compete a la historia una función de guía, rectora y explicativa a la vez, de los desarrollos constitucionales? Éstas son algunas de las cuestiones a las que intenta responder el presente ensayo. En él Gustavo Zagrebelsky realiza un luminoso recorrido por las tensiones entre la historia y los textos constitucionales en los siglos XVIII y XIX. El panorama así trazado, del que los constitucionalistas del siglo XXI son herederos, da lugar tanto al pesimismo como al optimismo. Lo primero debido a la persistencia de una visión positivista del derecho, para la cual el análisis de los ordenamientos jurídicos se limita a la explicación de las normas que los componen. Lo segundo como resultado de la revalorización que la historia está experimentando para la ciencia constitucional en el contexto de un constitucionalismo que supera las fronteras estatales. Pues sólo apelando a la historia cabe entender, por ejemplo, la formación de una esfera constitucional europea.