«-Las parras que ves allí -su hija hace el ademán de girar- son sobrevivientes. Si es que he hecho algo bueno en este lugar, es haberlas rescatado. Las cuidé -dice y esta vez, con la copa en los labios, se da vuelta y mira por el ventanal-. ¿Sabes cuántos años tienen? Cien, algunas incluso más. Lo que he hecho, papá, es darles otra oportunidad"»
Es la voz de una hija que, después de años de distanciamiento, intenta mostrarle a su padre la vida que ha construido en su ausencia. Es un padre acosado por la culpa y por las dudas, es una hija que ha aprendido a reparar sola el daño que le han causado. Son dos de los personajes de Hombres inofensivos, novela con la que Patricio Tapia debuta como autor de ficción.
Estructurada en cuatro espacios y tiempos distintos, la novela muestra las consecuencias de una tragedia en la vida de cinco personajes y las dimensiones que, a través de los años, adquiere el dolor. Un accidente que arrasa con los planes de futuro y conecta sus historias para siempre. El relato es la lucha por encontrar un punto donde la belleza y el amor sobreviven y ofrecer, desde ahí, la esperanza de un final distinto.
La impotencia masculina como disfunción y metáfora, la vejez como derrota, la dignidad ante la enfermedad, el enigma del suicidio, el duelo y los procesos de aceptación. Estas son algunas de las temáticas que circulan por esta novela profunda y emotiva, escrita con una prosa donde los silencios son tan intensos como las palabras elegidas.