Pronko (1948) encontró que la preferencia por bebidas de cola comercialmente conocidas se debía a aspectos diferentes al atributo sabor. Así mismo, investigaciones posteriores (Mc Guire,1976; Skorinko, 2006; Tavassoli, 2001; Bottomley y Doyle, 2005) mostraron evidencia de que la preferencia de los sujetos por un producto en especial se relaciona con propiedades ejecucionales de la etiqueta (propios de diseño de etiqueta), dentro de ellas el color asociado a nombres, alfabetos y caracteres funcionales o sensorio-sociales de los cuales surgieron evidencias del uso constante de los colores azul y rojo. Con un experimento realizado, se sometieron 47 sujetos a un proceso de elección basado en el color de etiqueta y bebidas con mismo sabor. Los resultados evidenciarán aspectos sensorio-perceptuales que influyen en la elección de bebidas, rompiendo el mito de la elección basada en el sabor, evidenciando usos importantes en materia de construcción de etiquetas, envases y productos.