La Tabla de Esmeralda es un texto breve, de caracter criptico, atribuido al mitico Hermes Trismegisto, cuyo proposito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones.En la Tabla de Esmeralda esta condensado todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia. La alquimia es el arte del perfeccionamiento y la Gran Obra implica su cumplimiento, la perfeccion. La Tabla de Esmeralda contiene en sus pocas lineas el secreto de la Gran Obra, es un pasaje directo para la perfeccion. Dicho mensaje es expresado de modo simbolico, su sola lectura no revela su significado. El acceso a la Gran Obra requiere trascender nuestra limitacion racional, de ahi que todo alquimista conlleve una transmutacion personal paralela que le permita acceder al lenguaje del Simbolo. El Todo, el Uno, tan solo se expresa simbolicamente, y es necesario el aprendizaje en la hermeneutica del Simbolo. De no ser asi, su sola simplicidad generara incredulidad. La Razon aguarda complejidad ante lo complejo, mientras el Uno, el Ouroboros, se descubre ante la simplicidad de otra lectura, de otro lenguaje. En definitiva, la expresion criptica de la Tabla no es intencional, sino que requiere de la persona adecuada, capacitada para la Gran Obra.
La Tabla de Esmeralda es un texto breve, de carácter críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones.En la Tabla de Esmeralda está condensado todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia. La alquimia es el arte del perfeccionamiento y la Gran Obra implica su cumplimiento, la perfección. La Tabla de Esmeralda contiene en sus pocas líneas el secreto de la Gran Obra, es un pasaje directo para la perfección. Dicho mensaje es expresado de modo simbólico, su sola lectura no revela su significado. El acceso a la Gran Obra requiere trascender nuestra limitación racional, de ahí que todo alquimista conlleve una transmutación personal paralela que le permita acceder al lenguaje del Símbolo. El Todo, el Uno, tan sólo se expresa simbólicamente, y es necesario el aprendizaje en la hermenéutica del Símbolo. De no ser así, su sola simplicidad generará incredulidad. La Razón aguarda complejidad ante lo complejo, mientras el Uno, el Ouroboros, se descubre ante la simplicidad de otra lectura, de otro lenguaje. En definitiva, la expresión críptica de la Tabla no es intencional, sino que requiere de la persona adecuada, capacitada para la Gran Obra.