La vida de Adolf Hitler estuvo en el filo en numerosas ocasiones, de todas ellas salió ileso, algunas de ellas con los servicios secretos en contra, ¿es posible que tuviera alguna ayuda exterior a la Alemania nazi? Objetivo: matar a Hitler recorre la historia de todos los intentos de atentado contra el Führer, ninguno de ellos tuvo éxito y la guerra fue la que acabó con el régimen nazi, no obstante, reconstruir los preparativos de los atentados, recrear los ambientes y personajes implicados y desentrañar el desarrollo de los mismos sigue siendo una historia que atrapa y que arroja no pocas dudas: ¿Qué papel jugó la GESTAPO en los atentados? ¿Por qué el máximo dirigente nazi, un hombre blindado y esencial para su país, sufrió tantos? ¿Cómo fue capaz de esquivarlos todos? ¿Es posible que los servicios secretos facilitaran información a los opositores mientras que los aliados obstaculizaran los planes para acabar con el Führer a fin de mantener los complejos y frágiles acuerdos de los aliados? Gabriel Glasman desgrana, uno por unos, todos los intentos de matar a Adolf Hitler que se dieron desde 1938, cuando la oposición a los nazis ya era diversa, desde los intelectuales alemanes hasta los liberales cristianos. El primero de todos ellos, el del carpintero suabo Gregor Elser pondrá de manifiesto la debilidad de la seguridad del Führer, pero, desde ahí, cualquier oposición a Hitler era considerada una traición a la patria. Eso no impidió que Henning von Trescow planeara infructuosamente hasta en tres ocasiones acabar con Hitler. La última de ella, la célebre Operación Valkiria intentará acabar con toda la cúpula nazi en la Guarida del Lobo y levantar al ejército alemán contra los dirigentes, Hitler sobrevivió por un error de cálculo y, los oficiales no se levantaron: Olbrich, von Stauffenber y los demás opositores fueron fusilados.